Y bien, aquí estamos en casa, siendo un sábado brillante de otoño, de esos que te dan ganas de salir a caminar por algunos de los parques de la ciudad. Me podrían preguntar si soy masoquista o algo así por quedarme adentro... no, no es así. El 24, durante la marcha me caí muy mal sobre mis rodillas y me raspé todo un brazo.
Hacía mucho tiempo que no me caía de esa manera. Me llevé por delante una saliente de la calle, que realmente es un peligro, pero esta vez me la comí yo.
Hoy me "bajaron los astros más rojos", al menos una semana más tarde de los esperado, y ayer me dió la locura del "miedo por rendir".
Como verán una gran mezcla. Pero sobrevivo, no se preocupen, sigo adelante. Fuera de broma, lo de las rodillas hubiera podido ser peor, por ahora tengo un gran muestrario de moretones. Y meta ponerme crema y tomar anti inflamatorio.
La próxima marcha estaré más atenta. Ufa!
Tanto ayer como hoy vino a almorzar mi tía Chichita, y ambas comidas fueron empanadas de vigilia. Ahora ella y la Ire están descansando.
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